Bueno, debería decir que al final no fue tan terrible... pero no sería cierto. Han sido unos días más allá -bastante más allá- de lo estresantemente recomendables, con momentos de no saber por donde tirar o a qué atender; recordemos que la vaina esta de la convergencia europea hacia el espacio educativo común, o como narices se denomine exactamente nos obliga a estar metidos en una continua preparación de memorias, ensayos, dossieres... para la mayoría de las asignaturas y que ha sido absolutamente distorsionante el ver como en el ya muy ajustado planning de reparto de tiempos para las distintas tareas se me colaba esta.
Una serie de enredos informáticos y malentendidos técnicos nos llevaban a tener que plantear el trabajo sobre las Bibliotecas Universitarias casi de un día para otro. Supongo que podía -y tal vez debería- haberlo despachado de otra forma; pero dicen que esto de la alergia a las chapuzas es un problema que tenemos los Leo y, que de vez en cuando, como en este caso, nos mete en algún apuro.
Entre unas cosas y otras he estado durmiendo unas cuatro o cinco horas diarias desde el miércoles pasado para acá -recordemos que el mundo estudiantil no termina más allá de la Biblioteconomía, y que cada asignatura reclama su cuota de atención- pero parece que al final el resultado del esfuerzo ha merecido la pena y la presentación ha resultado más o menos correcta.
Sólo nos queda confiar ahora en que por atender a un enfermo no se nos vayan a morir otros dos.
jueves, 22 de noviembre de 2007
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1 comentario:
Jajajaja... la vida del estudiante sí señor.. si te sirve de consuelo, yo también me siento así, hay momentos que no puedes ni pararte a pensar lo agobiado que estás, porque es tiempo que deberías estar dedicando a algún quehacer...quién lo diría! "no tengo tiempo ni para agobiarme"... jajaja.... tu trabajo, de nuevo, impresionante, puedes estar de lo más orgulloso :p
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