sábado, 8 de diciembre de 2007

Rectificar es de sabios

Y no con ello quiero en absoluto decir que yo lo sea, pero la frase estaba ya hecha y encajaba perfectamente con el contenido y el espíritu de esta nueva entrada.

Ya Nieves me había avisado que tenía interés en tratar el tema, lo cual, por otra parte me pareció hasta cierto punto lógico, en tanto que de alguna manera mi anterior post entraba a cuestionar sus planteamientos -aunque en mi defensa tengo que decir que de forma puramente accidental y no intencionada- docentes respecto a la asignatura.

Asumo, acepto y hago propia su crítica respecto a mi crítica sobre la crítica, y comparto sinceramente su valor didáctico como coadyuvante en la construcción común del conocimiento, nudo gordiano del desarrollo y evolución de esta cuatrimestral; cuyo diseño, a pesar de la ingente cantidad de horas que nos obliga a pasar rebuscando en la WebCT, dándole vueltas a la cabeza para ver que metemos en el blogger o con que contenidos rellenamos la wiki, me parece de los más adecuados a la nueva y no poco controvertida política de convergencia educativa y su afán por patrocinar un modelo de educación participativo y activo por parte del alumnado. Cosa que lamento sinceramente no poder decir de muchas otras materias.

Le expuse -y aquí repito-, que si, tal como parece a juzgar por lo extendido de la práctica, efectivamente existía cierto interés en hacer adquirir a los estudiantes cierto tipo de competencias con respecto la exposición pública de sus conocimientos, tal intención debía tener una plasmación académica lógica; y si no para construir una cuatrimestral, sí debía dar por lo menos para incluir en la programación docente de las primeras semanas del primer curso de cualquier titulación una serie de seminarios prácticos a cargo de alguien que tuviera cierto conocimiento profesional de la materia.

Está claro que eso no llegará a pasar y que en última instancia dependerá del voluntarismo de algunos profesores el marcar alguna mínima pauta sobre lo necesario de la vocalización cuando pretendes que alguien te escuche, o en que forma una excesiva gesticulación se convierte en interferencia para el mensaje que pretendes transmitir...

De una cosa se pasaba a la otra, y así llegamos a la crítica, a la capacidad y a la obligación de realizarla en este ámbito académico en el que nos movemos, respecto a la cual no puedo decir que existiera fricción entre nuestras posturas, que en lo fundamental venían a ser coincidentes.

El discurso de Nieves sobre tal actividad como medio de construcción común de conocimiento, es perfectamente asumible, y no creo que sea discutible su valor como recurso didáctico. La realización de una crítica te obliga a asumir una posición, que se supone ha de tener algún fundamento; si es correcta y está bien planteada te permite afianzar tu conocimiento y ayuda al resto de los compañeros a hacerlo; si eventualmente su argumentación es errónea y por tanto rebatida, se convierte en una especie de autoenmienda, que en cualquier caso tiene el mismo efecto común igualmente enriquecedor.

Pero mis objeciones, y me gustaría ir ya terminando, porque estoy plantado aquí desde las siete y pico -no he conseguido todavía encontrar en la barra de herramientas el botón del autoblogger- y tengo un montón de cosas más que hacer, llegaban más desde el campo de lo subjetivo, de lo personal, que desde el académico.

No se si es una mera cuestión educativa, de aptitud; o más bien se trata de una cuestión de personalidad, de actitud; no hay problema en hacerlo con un artículo, con una película... pero el caso es que la crítica interpersonal ha supuesto desde siempre para mi un conflicto de complicada resolución, que creo estaba en esta ocasión intentando eludir, no se si -falso, en realidad tengo claro que no- de la forma más acertada...

Tremendo, esto es como decía no recuerdo quien: "Yo soy dos, y no estoy de acuerdo con ninguno de ellos". En fin... entrar en más profundidades sería ya casi cuestión de diván y psicólogo.

1 comentario:

Nievesglez dijo...

Y si además el sabio nos dice las cosas de forma divertida, pues mucho mejor. Muy buen ejercicio de reflexión y redacción. Felicidades.